
La diputada del FdT Soledad Martínez reclamó el debate sobre una matriz diversificada y con regionalización para evitar la actual dependencia vital y letal de la actividad hidrocarburífera
La legisladora afirmó al intervenir en la 1er sesión legislativa del año, que Neuquén hizo una maratón en toma de deuda en estos últimos cuatro años, con un seguidismo a las políticas de Macri y colocando a la provincia de Vaca Muerta, en la misma posición que Chubut. Reclamó en tal sentido una discusión urgente sobre un modelo de gestión que permita autonomía respecto de la renta de los hidrocarburos, indicando que hay disposición para dar ese debate en forma conjunta con el de una nueva ley de coparticipación.
Martínez valoró la propuesta del PE sobre la creación del fondo anticíclico, largamente esperado, pero advirtió la necesidad sumar la discusión impostergable de un modelo económico con una matriz diversificada. Describió frente a ello que, de las provincias de la OFEPHI solo San Juan y Santa Cruz no están en la situación de crisis de Chubut y Neuquén. Esas provincias tienen una composición de producto bruto geográfico que muestra la decisión política sostenida en el tiempo, de generar escenarios en los que no se tenga la dependencia vital y letal de la actividad hidrocarburífera y de un modelo rentístico respecto de la misma.
Los últimos cuatro años de gestión del gobernador Gutiérrez han provocado la perforación del techo histórico de la deuda en dólares en la provincia y se multiplicaron por 25 los niveles de la deuda que tenía Neuquén en el año 2010, comprometiendo el cumplimiento de las obligaciones provinciales, sostuvo la legisladora, recordando que la dirigencia política advirtió en su momento esta situación.
Graficó que una provincia calificada como “turística”, nos muestra una incidencia del rubro turismo en el producto bruto geográfico, inferior al 10 % según datos oficiales. Reclamó que es el momento de regionalizar la provincia, discutir el impulso a la minería industrial de la Zona Centro, que no es contaminante y ha significado trabajo para cientos de familias; volver a un modelo en el que la producción frutihortícola del Valle aporte autonomía económica y se gane sustentabilidad respecto de un modelo expoliatorio y que nos coloca frente a una economía primarizada.